Reflexiones Sobre el Ritual de Luna Llena en Escorpio

La noche de luna llena siempre ha tenido un magnetismo especial para mí, pero la de Escorpio, con su promesa de profundidad y transformación, es particularmente potente. La preparación del altar, la selección de inciensos (mirra y pachulí), velas (negras y carmesí), y la introspección previa son partes cruciales del proceso, un descenso consciente a las propias sombras para emerger renovado.
Durante la meditación, sentí una conexión profunda con las corrientes telúricas y la energía lunar, una fuerza que parecía arrastrar viejas pieles y revelar verdades incómodas pero necesarias. Las visiones fueron claras, aunque su interpretación requiere tiempo y reflexión, como un vino añejo que se decanta lentamente.
Preparación del Espacio Sagrado:
- Limpieza energética exhaustiva con humo de salvia y ruda.
- Disposición de los cuatro elementos en el altar, con especial énfasis en el agua y el fuego.
- Invocación de los guardianes de las atalayas y de las entidades patrones de la noche.
- Consagración de herramientas y ofrendas.
El clímax del ritual fue un ejercicio de scrying en un cuenco de agua oscura, buscando respuestas a preguntas sembradas en el novilunio. Las imágenes fueron fragmentarias pero cargadas de simbolismo: una serpiente mudando de piel, una llave oxidada, un ojo que todo lo ve en la profundidad de un pozo.
El ritual concluyó con una sensación de paz catártica y renovación, pero también con nuevas preguntas que explorar en los días venideros, como semillas plantadas en tierra fértil y oscura.